Una de las plantas más resistentes, vistosas y elegantes que podemos disponer en nuestro jardín es el lirio (Iris germánica). Con la secuencia que a continuación indicamos no nos resultará nada complicado lograr que esta planta prospere y aporte luz y vistosidad a nuestro jardín: 0.- Organizamos nuestras herramientas básicas. 1.- Seleccionamos una planta madre, de la que extraeremos el esqueje/rizonma con el mayor número de raíces posible. 2A.- Con la ayuda del palín presionamos en el perímetro del esqueje seleccionado hasta percibir que el tallo se desprende. 2B.- Haciendo presión lateral, a modo de palanca, logramos que el rizoma seleccionado se desprenda de la planta madre. 3.- Con las tijeras de mano cortamos los extremos de las hojas para que el tallo concentre la savia en su parte baja y en el propio rizoma. 4A.- Abrimos un hoyo de 30 cmts aproximadamente, y aportamos tres paladas de mantillo alrededor del tallo. 4B.- Cubrimos por completo el rizoma y aseguramos la verticalidad del tallo. 5.- Aporcamos la planta, desechamos los guijarros y piedras que pudieran dificultar el enraizamiento con ayuda del palín, y compactamos el terreno presionando con la azada a la vez que abrimos el correspondiente alcorque. 6.- Aportamos un abundante y generoso riego procurando que el agua fluya con suavidad y se filtre despacio, evitando que la tierra se desplace. 7.- Nos informamos sobre las características y cuidados que debemos aplicas a nuestra planta para conseguir una vistosa floración la próxima primavera. 7. FICHA DEL LIRIO