Más de 130 alumnos de 1º de la ESO y Bachillerato han participado en esta actividad, consistente en enviar su propio programa Python al espacio. Dicho programa hace uso de un sensor de color y dibuja un logotipo en una pequeña pantalla de una Raspberry Pi, la cual está alojada en la Estación Espacial Internacional (ISS).
El desafío se llama Astro Pi Zero y consiste en crear un programa de 30 segundos como máximo en el lenguaje de programación Python. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha enviado a cada alumno un certificado, indicando la posición de la ISS y la hora exacta de la ejecución de su programa.